viernes, 9 de enero de 2009

Chilli's apesta

No hay nada más desagradable que pasar a diario por una calle sucia. Una calle que despide un olor acre y penetrante, en donde la banqueta siempre está mojada con un líquido aceitoso, y ocasionalmente decorada con pedazos de lechuga. Sin embargo lo más asqueroso de la caminata no es el aroma a podrido, sino saber que éste proviene de un lugar en donde sirven comida.

No importa cúan abundantes sean sus platillos de papas a la francesa, yo recomendría ampliamente nunca comer en Chili’s. Si a los encargados de la limpieza no les molesta abandonar basura y aceite usado afuera de su cocina, ¿Qué tan higiénico puede ser el interior de la misma? Y si alguién piensa que exagero, los invito a darse una vuelta por la calle de Asturias, puerta trasera del Chili’s Manacar, a cualquier hora del día.

La imagen de un restaurante no depende de la cantidad de espectaculares con los que inunda la ciudad, sino de la percepción del comensal sobre la calidad de comida y servicio que éste ofrece. Cuando pasó por una buena panadería, el olor a cuernitos con mantequilla me provoca unas ganas increíbles de comerme uno; cuando pasó por Chili’s, el olor a grasa vieja me provoca naúseas.

2 comentarios:

nochoquemechocaron dijo...

Por eso te voy a llevar a Italiannis

Unknown dijo...

bueno, me parece que como reportaje es bastante objetivo, logras que se quiten las ganas de visitar el lugar...