miércoles, 17 de septiembre de 2008

Extreme Makeover etc...


Salir en Extreme Makeover debe ser genial, por que los productores reciben peticiones de más de 10 mil voluntarios en Estados Unidos para participar. Una vez elegidos los afortunados individuos, éstos son sometidos a una completa remodelación de imagen a manos de los expertos del Extreme Team, que incluye cirujanos plásticos, oculistas, dentistas maquillistas, estilistas, diseñadores y entrenadores. En las palabras del sitio oficial del programa: “A real life fairy tale in which their wishes come true, not just to change their looks, but their lives and destinies.”

Una definición de reality show, es que el género muestra situaciones, relatos y pasiones que aparecen en pantalla asociadas a personas que no tienen ninguna relación profesional con la televisión. En el caso de Extreme Makeover este concepto resulta inaplicable. Antes de participar, la solicitud para entrar al programa incluye preguntas cómo: ¿Qué partes de tu cuerpo te gustaría alterar? ¿Por qué? ¿De que forma se ha visto afectada tu vida por tu apariencia física? El candidato también debe incluir un video que muestre todas los defectos que desea operarse, y que explique por qué se merece un Extreme Makeover. Una vez firmada la solicitud, toda la información se vuelve legalmente propiedad de la compañía productora, formalizando así la relación profesional:

“By submitting this application I hereby consent to the recording, use and reuse by Producers…of my voice, actions, likeness, name, appearance, biographical material, and any information contained in my application to be a participant in the Program selected to participate in the Program in any manner whatsoever”

En cada programa se transforma a dos personas: los vemos desde su fase inicial y, después de varios meses de procedimientos televisados a detalle, llegar al resultado final. Luego los candidatos revelan su nueva imagen a sus amigos y familiares.

¿Es en verdad un sueño hecho realidad? Porque todo parece indicar que ABC y Disney son hermanas de la caridad, pagándole a la desgraciada gente fea la cirugía necesaria para que puedan ser felices y llevar una vida normal. Incluso se pretende que las historias sean inspiracionales. Si ellos pudieron ¿Por qué yo no? En el show se dan tips de belleza y recomendaciones para tener una cirugía plástica más efectiva y segura; se hace todo para lograr la satisfacción de los pacientes.

Pacientes que empezaron por ceder los derechos de su nombre, apariencia física, voz, acciones, vida y dignidad a favor de unos ratings estupendos.

Y si alguien piensa ingenuamente que el show le brinda felicidad a las personas involucradas, le respondo que la felicidad no puede consistir en tener la nariz derecha, la panza durita, o el peinado perfecto. Encontrarse abierto en una mesa de operaciones, rodeado de cámaras como una especie de animal a medio hacerse, no es un sueño hecho realidad, es una carnicería.

martes, 9 de septiembre de 2008

En el cielo

Heaven, (Alemania/Italia/EUA/Francia/Reino Unido, 2002)

En el cielo, fue escrita por Krzysztof Kieslowski (Azul, Blanco y Rojo, El Decálogo), y planeada como la primera parte de una trilogía sobre el cielo, el infierno y el purgatorio. Debido a la muerte del guionista y director polaco, la trilogía nunca fue concluida y el guión de En el cielo fue retomado por el director Tom Tykwer, (Corre Lola Corre).

Tykwer logra contar la historia de Kieslowski de manera elegante; aprovechando la fotografía de Frank Griebe, los paisajes de la campiña italiana y una atinada elección de actores, para crear una película conmodedora y relevante.

La trama es detonada por la decisión de un individuo de tomar la justicia en sus propias manos: Philippa comete un acto terrorista y mata a cuatro personas inocentes, eso la convierte en una asesina; pero también en víctima de un poder político corrupto y violento.

El espectador sigue a Phillipa mientras ella escapa de las autoridades y conoce a Filipo. Mientras avanza la película es imposible para Filipo, y para el público, no enamorarse de la carismática fugitiva y abandonar todo para huír con ella.

Fiel a su título, el cielo es un elemento recurrente en el filme: Está en la arquitectura del edificio, en el elevador, en el ático donde se refugian, en las iglesias, en el campo. Desde un principio la trama se dirige hacia él en todos los sentidos, ya sea simbólica, religiosa o literalmente.

A pesar de que En el cielo es una película de emociones fuertes, ésta no se limita a provocar reacciones en el espectador, sino que busca cambiar la percepción del mismo sobre conceptos considerados inamovibles; como el amor, la justicia, y la inocencia.

viernes, 5 de septiembre de 2008

El video en el celular

Ayer me enseñaron un video que circula de teléfono en teléfono.

Lo primero que se ve es un grupo de gente pateando a una adolescente que ya esta en el piso. Le quitan los pantalones y descubren sus piernas llenas de moretones. La dejan en sus calzones negros y la siguen golpeando con las piernas, de lejos. Ella se retuerce.

Uno de ellos se acerca sólo para levantarle la cara sangrienta y tomarle un close up desde su celular. Casi todos tienen una mano ocupada, levantada sobre los demás para asegurarse de que sus pequeñas cámaras portátiles capten lo más posible, pero no todos se atreven a ajustar el ángulo, a cambiar el cuadro.

En el estilo de los mejores videos virales, justo cuando se esta poniendo repetitivo algo cambia. Alguien justo enfrente de nuestra cámara toma un bloque de concreto y lo avienta contra la cabeza de la chica. Al principio no pasa nada y parece que es una broma, que el bloque es de unicel y que todo el espectáculo esta montado.

Tal vez las personas del grupo pensaron lo mismo por que no tardan en aventarlo de nuevo, ahora con más fuerza. La sangre empieza a inundar el piso como en una película de Tarantino, como en CSI cuando hacen las reconstrucciones del crimen; sólo que no hubo acercamiento de la sangre, así que los espectadores nos la tenemos que imaginar avanzando viscosa por las ranuras del pavimento.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Dios surgido de la maquina

Paul Virilio argumenta que todos los avances tecnológicos están dirigidos hacía la misma meta: la consolidación de un Dios-máquina, o lo que él llama Deus ex Machina. Se me ocurren algunas formas en las que las nuevas tecnologías progresivamente simulan, o más bien substituyen, a Dios.

El primer ejemplo de la tecnología haciendo las veces de Dios es Google Earth. Ya no es necesario ser un señor barbón para vigilar la tierra desde el cielo; y la tecnología nos permite ver mucho más que solo la vista desde un satélite, también podemos explorar el interior del cuerpo humano y entrar a lugares que antes eran imposibles, como el interior de la tierra o el planeta Marte. El ciberespacio nos otorga la cualidad divina de estar en más de un lugar al mismo tiempo, de forma que ya no resulta impresionante que una señora pueda ver y escuchar los chistes de su nieto canadiense desde la comodidad de su casa en el D.F.

De hecho la tecnología no se limita a extender el alcance de nuestras experiencias, sino que nos permite inventar nuevas. Frente a los simuladores y a la realidad virtual los límites del tiempo y del espacio son obsoletos; podemos volar un avión, conocer una playa hawaiana o convertirnos en caballeros medievales sin salir de un mismo cuarto. El sueño de la realidad virtual es permitirnos experimentar cualquier cosa como si fuera real.

Otro ejemplo de omnisapiencia es el acceso inmediato al conocimiento del mundo entero; la información se comparte a nivel mundial por medio del Internet, y aunque aún no exista una perfecta interacción biológica con nuestra mente la red ya funciona como una base de datos colectiva en el que todos participamos. Va a llegar un día en que exista una computadora que pueda no sólo procesar, sino aprender de esos datos: que funcione como un cerebro humano enorme al que todos alimentemos de información. Es en ese entonces cuando la máquina se va a convertir en un Dios que lo sabe todo.

Los avances tecnológicos en la medicina le han dado al hombre el poder de tomar decisiones que hasta hace poco tiempo sólo se le atribuían a Dios. Gracias a los nuevos conocimientos sobre la salud, los seres humanos vivimos cada vez más tiempo y en mejores condiciones; sin embargo se podría argumentar que muchas veces en nuestro afán por conservar la vida violentamos el ciclo natural de las cosas. Cito como ejemplo el caso de una viejita de noventa años que sufre su tercer paro cardiaco y en el hospital los doctores la reviven y la conectan para que pueda seguir viviendo aunque sea en estado vegetal.

La tecnología sirve para alargar la vida, pero también puede acabar con ella: basta con mencionar los campos de exterminio nazis y la bomba atómica. De hecho ya ni siquiera necesitamos a Dios para desatar plagas sobre la humanidad; se dice que el SIDA se originó a causa de una vacuna experimental mal administrada en África. Los nuevos descubrimientos genéticos traen consigo la posibilidad de modificar la vida, empezando por los vegetales que consumimos, y eventualmente de crear vida donde no la había antes: la tecnología le ha quitado a Dios la exclusividad de crear ovejas, y pronto, seres humanos.

Una característica de Dios es que es omnipresente, lo mismo se puede decir sobre la tecnología. Somos rápidos para aceptar los nuevos cambios tecnológicos, sin embargo no somos tan buenos para reconocer sus consecuencias, y menos aún para deshacernos de ellas. En la medida que consumimos un producto, cambia nuestra manera de relacionarnos con el mundo. Hemos aceptado y convertido en indispensables para nuestras vidas el celular, la luz eléctrica, el coche, la televisión, el teléfono y la tostadora: ya no podríamos vivir sin ellos. Incluso para huir de la tecnología habría que utilizar la misma ¿o cómo vamos a llegar a la isla desierta? Deus ex Machina está siempre con nosotros.