Hoy es el día perfecto para quejarme. La ciudad está fría, húmeda y gris. Estoy en medio de la junta más larga a la que he sido sometida y el tema sobre la mesa es contabilidad. Justo por eso, en lo que finjo que me importa optimizar el proceso de facturación de la empresa, voy a hacer mi mejor esfuerzo por abrir mis alas, levantar el vuelo y echarme a volar.
Se me ocurre, a riesgo de sonar como la novicia rebelde, comenzar un listado arbitrario y clasificación A de algunas cosas que me gustan y que no son comida.
Las telas: tienen muchos colores, patrones y texturas y nadie te regaña si las tocas. Les recomiendo ir a La Parisina (o a su mercería de preferencia) y meterle mano a todas las que se les antojen. Otra opción es buscar las más feas e imaginarse para qué las van a usar: tapiz de un bar de mala muerte, cortinas de casa de retiro o disfraz para el festival de primaria.
La telebasura: Programas como Cambiemos Esposas, Medicina Extraordinaria y Novias Neuróticas me ayudaron a sobrevivir el desempleo. Si alguna vez se sienten feos, desadaptados o fracasados, prendan la tele en People & Arts. Media hora de la niña con dos cabezas o de la señora que duerme con un chivo es la mejor receta para sentirse absolutamente normal.
Las fotos de cuando éramos niños: No sólo porque todos estábamos mucho más lindos en ese entonces, sino porque ver una foto mía en un evento del que no me acuerdo me provoca una fascinación extraña. Me pregunto, ¿en qué estaba pensando? ¿la estaba pasando bien? e incluso, ¿qué estaba haciendo? Esto último también sucede con las fotos de las fiestas, que son un fenómeno muy similar a las de la infancia.
Eso es otra cosa que me gusta, las fiestas, así que salud y esperen más razones para sonreírle a la vida en este blog, en el cuál espero cumplir de manera eficaz con mis objetivos anuales y optimizar el proceso de facturación.
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4 comentarios:
Hola... extraña manera de decearte un feliz año, e de decir que e leido desde que lo descubri la totalidad de tus textos y los disfruto mucho, y me hacen sentir un poco mas cerca de ti, por que creelo o no te extraño. Las telas feas me probocan lo mismo que a ti, pensar de que manera poder utilizarlas, solo que deseando que todas costaran menos de 10 pesos el metro y e de decir que algunas de las telas mas feas tambien son de las mas caras. Seguramente a estas alturas te deberas de estar preguntando, quien demonios esta escribiendo en mi blog y me habla con tanta familiaridad y sin siquiera escribir su nombre, pues soy Erik y te escribo desde Hermosillo Sonora donde tambien me e tenido que involucrar en asuntos de facturas y cosas non gratas... Te mando un abrazo te deseo lo mejor este año y espero vernos muy pronto hay tanto que contar... pero de verdad tanto... Erik
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wtf?
Comparto totalmente tu fascinación por las telas. Te invito a mirarlas con cariño, acariciarlas suavemente, doblarlas y acomodarlas según tus preferencias. Pero eso sí, con las manos bien limpias y sin estropearlas demasiado, pues conservo la esperanza de utilizarlas algún día. No dejes de escribir
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