
Salir en Extreme Makeover debe ser genial, por que los productores reciben peticiones de más de 10 mil voluntarios en Estados Unidos para participar. Una vez elegidos los afortunados individuos, éstos son sometidos a una completa remodelación de imagen a manos de los expertos del Extreme Team, que incluye cirujanos plásticos, oculistas, dentistas maquillistas, estilistas, diseñadores y entrenadores. En las palabras del sitio oficial del programa: “A real life fairy tale in which their wishes come true, not just to change their looks, but their lives and destinies.”
Una definición de reality show, es que el género muestra situaciones, relatos y pasiones que aparecen en pantalla asociadas a personas que no tienen ninguna relación profesional con la televisión. En el caso de Extreme Makeover este concepto resulta inaplicable. Antes de participar, la solicitud para entrar al programa incluye preguntas cómo: ¿Qué partes de tu cuerpo te gustaría alterar? ¿Por qué? ¿De que forma se ha visto afectada tu vida por tu apariencia física? El candidato también debe incluir un video que muestre todas los defectos que desea operarse, y que explique por qué se merece un Extreme Makeover. Una vez firmada la solicitud, toda la información se vuelve legalmente propiedad de la compañía productora, formalizando así la relación profesional:
“By submitting this application I hereby consent to the recording, use and reuse by Producers…of my voice, actions, likeness, name, appearance, biographical material, and any information contained in my application to be a participant in the Program selected to participate in the Program in any manner whatsoever”
En cada programa se transforma a dos personas: los vemos desde su fase inicial y, después de varios meses de procedimientos televisados a detalle, llegar al resultado final. Luego los candidatos revelan su nueva imagen a sus amigos y familiares.
¿Es en verdad un sueño hecho realidad? Porque todo parece indicar que ABC y Disney son hermanas de la caridad, pagándole a la desgraciada gente fea la cirugía necesaria para que puedan ser felices y llevar una vida normal. Incluso se pretende que las historias sean inspiracionales. Si ellos pudieron ¿Por qué yo no? En el show se dan tips de belleza y recomendaciones para tener una cirugía plástica más efectiva y segura; se hace todo para lograr la satisfacción de los pacientes.
Pacientes que empezaron por ceder los derechos de su nombre, apariencia física, voz, acciones, vida y dignidad a favor de unos ratings estupendos.
Y si alguien piensa ingenuamente que el show le brinda felicidad a las personas involucradas, le respondo que la felicidad no puede consistir en tener la nariz derecha, la panza durita, o el peinado perfecto. Encontrarse abierto en una mesa de operaciones, rodeado de cámaras como una especie de animal a medio hacerse, no es un sueño hecho realidad, es una carnicería.
Una definición de reality show, es que el género muestra situaciones, relatos y pasiones que aparecen en pantalla asociadas a personas que no tienen ninguna relación profesional con la televisión. En el caso de Extreme Makeover este concepto resulta inaplicable. Antes de participar, la solicitud para entrar al programa incluye preguntas cómo: ¿Qué partes de tu cuerpo te gustaría alterar? ¿Por qué? ¿De que forma se ha visto afectada tu vida por tu apariencia física? El candidato también debe incluir un video que muestre todas los defectos que desea operarse, y que explique por qué se merece un Extreme Makeover. Una vez firmada la solicitud, toda la información se vuelve legalmente propiedad de la compañía productora, formalizando así la relación profesional:
“By submitting this application I hereby consent to the recording, use and reuse by Producers…of my voice, actions, likeness, name, appearance, biographical material, and any information contained in my application to be a participant in the Program selected to participate in the Program in any manner whatsoever”
En cada programa se transforma a dos personas: los vemos desde su fase inicial y, después de varios meses de procedimientos televisados a detalle, llegar al resultado final. Luego los candidatos revelan su nueva imagen a sus amigos y familiares.
¿Es en verdad un sueño hecho realidad? Porque todo parece indicar que ABC y Disney son hermanas de la caridad, pagándole a la desgraciada gente fea la cirugía necesaria para que puedan ser felices y llevar una vida normal. Incluso se pretende que las historias sean inspiracionales. Si ellos pudieron ¿Por qué yo no? En el show se dan tips de belleza y recomendaciones para tener una cirugía plástica más efectiva y segura; se hace todo para lograr la satisfacción de los pacientes.
Pacientes que empezaron por ceder los derechos de su nombre, apariencia física, voz, acciones, vida y dignidad a favor de unos ratings estupendos.
Y si alguien piensa ingenuamente que el show le brinda felicidad a las personas involucradas, le respondo que la felicidad no puede consistir en tener la nariz derecha, la panza durita, o el peinado perfecto. Encontrarse abierto en una mesa de operaciones, rodeado de cámaras como una especie de animal a medio hacerse, no es un sueño hecho realidad, es una carnicería.